
Sucede que el tiempo solo es distancia, demasiada cercana a esta caricia de aromas, que se funden en una maravillosa fragancia que invaden sus vidas... y ya no hay padre ni hijo, es solo esencia. Y es tan bella que no solo se percibe: se ve, se siente... como una acuarela perfecta de barrio, casa, fueye y Rock. Como si el gordo Troilo y el Indio Solari, desde un rutilante escenario, les diesen un concierto, de bolsillos llenos de deudas saldadas...
Héctor Gaspar Guaglianone.
“ya no hay padre ni hijo, es solo esencia“
ResponderEliminarLindo! rock and roll y bandoneón, siempre